Las relaciones sanas se basan en la confianza, el respeto mutuo y la seguridad.
No en la manipulación emocional.
Cada persona debe sentirse valorada, amada incondicionalmente, aceptada por lo que es y segura para compartir sus vulnerabilidades y defectos.
Aunque ésta es la base ideal para una buena relación, todos nos quedamos cortos de vez en cuando.
Podemos recurrir a tácticas pasivo-agresivas para expresar nuestro dolor o salirnos con la nuestra en un desacuerdo, decir mentiras piadosas o soltar indirectas hirientes para protegernos y hacer frente a nuestro propio dolor o enfado.
Personalmente, he tenido este comportamiento y siempre me arrepiento en cuanto las palabras salen de mi boca. Reconozco que este tipo de comportamiento no favorece la intimidad ni la confianza.
Es importante comprender que todos somos egocéntricos hasta cierto punto, pero las personas emocionalmente maduras suelen reconocer cuándo se comportan de este modo y pueden corregir su conducta, ofrecer una disculpa y volver a empezar con un enfoque más cariñoso y sanador de la resolución de conflictos o la negociación.
Esta base de respeto, confianza y seguridad es esencial en todas las relaciones personales, incluido el matrimonio o las relaciones románticas, las relaciones con los miembros de la familia y las amistades íntimas.
Ambos individuos deben dedicarse a la salud de la relación y poseer una fuerte inteligencia emocional para que la conexión prospere.
¿Qué es la manipulación emocional?
Es probable que te hayas encontrado con personas que son emocionalmente manipuladoras y controladoras.
Utilizan estos comportamientos para salirse con la suya o evitar que digas o hagas algo que no les gusta.
La manipulación emocional puede ser sutil y engañosa, dejándote confuso y desequilibrado.
O puede ser abierta y exigente, en la que el miedo, la vergüenza y el sentimiento de culpa te dejan aturdido e inmovilizado.
En cualquier caso, la manipulación emocional no es aceptable, y cuanto más tiempo permitas que continúe, más poder y confianza ganará el manipulador en esta relación unilateral.
Finalmente, cualquier vestigio de una conexión sana se destruye, ya que los cimientos de la confianza, la intimidad, el respeto y la seguridad se desmoronan bajo el martillo de la manipulación.
8 señales y técnicas de manipulación emocional
Observa detenidamente estos 8 tipos de manipulación para ver si existe alguno en tu relación:
1. Convierten tus palabras en beneficio propio
A un manipulador le cuesta aceptar la responsabilidad de su comportamiento y, a menudo, si se lo reprochas, encontrará la forma de darle la vuelta para hacerte sentir mal o culpable.
Por ejemplo, puedes hacer una queja legítima del tipo: «Me molesta mucho que no me hayas ayudado a limpiar la casa cuando prometiste que lo harías».
En lugar de disculparse, reconocer sus acciones y corregir la situación, un manipulador dirá algo como: «Nunca me habrías pedido que te ayudara si supieras lo agobiada que estoy. ¿Por qué no piensas en mí por una vez?».
O puede que ofrezcan una cuasi disculpa del tipo: «Bueno, lo siento mucho, pero anoche estuve trabajando hasta medianoche. Sé que debería haberte contado lo estresado que estoy y lo cansado que estoy. Puede que tenga algo».
Este tipo de manipulación es casi peor que no pedir disculpas, porque te hace sentir mal a TI por preguntar y esperar que cumplan lo que prometieron.
Tu respuesta:
Si una disculpa te parece falsa o si la otra persona responde a la defensiva o culpabilizándote, no permitas que se salga con la suya.
Si lo haces, sólo conseguirás que vuelva a hacerlo. Deja claro que una disculpa de verdad es incondicional y va seguida de un cambio de comportamiento.
2. El manipulador dice algo y luego lo niega
Un manipulador puede decir que sí a una petición o comprometerse contigo, y luego, cuando llega el momento de cumplir, olvida convenientemente que ha dicho algo.
A menos que tengas una grabación de la promesa, no puedes probar nada, así que es tu «mala memoria» contra sus palabras mentirosas.
Un manipulador hábil sabe cómo tergiversar una conversación anterior o reproducirla para adaptarla a sus necesidades y hacerte sentir que es culpa tuya y que eres olvidadiza, exigente o ridícula.
La manipulación emocional hace que te cuestiones a ti mismo y que te sientas mal o culpable por haber desafiado al manipulador.
Tu respuesta:
Si experimentas un patrón de estas tácticas de manipulación de cebo y cambio en tu relación, comienza a escribir exactamente lo que el manipulador ha prometido.
Ponle fecha y colócalo en tu cocina o envíatelo por correo electrónico a ti mismo y a la otra persona.
Esto puede enfadar a un manipulador emocional, y pueden cuestionar su confianza o fe en ellos, pero hará que sea mucho más difícil negar la conversación más adelante.
3. La manipulación emocional utiliza el sentimiento de culpa para controlarte
Es el colmo del comportamiento manipulador.
El manipulador emocional encuentra tu sensible talón de Aquiles y lo pincha hasta que cedes o te hace sentir como un perro de caza.
«Ve al cine sin mí. No pasa nada. Me quedaré en casa y terminaré la colada».
«Siempre se trata de tus necesidades. Si supieras la clase de infancia que tuve, nunca me pedirías eso».
«Si realmente quieres ir al fin de semana de chicas, adelante. No entiendo cómo puedes dejar a los niños tanto tiempo».
«Sé que no podemos permitirnos comprar un coche nuevo. Pero nunca he tenido un coche nuevo en mi vida. Supongo que viviré con esta mierda de coche para siempre. No merezco cosas bonitas».
El manipulador emocional sabe interpretar el papel de víctima a la perfección.
Mezcla la culpa y la compasión y te la sirve a cucharadas.
Dirán cualquier cosa para salirse con la suya, sobre todo si ven a una víctima sensible y de buen corazón.
Tu respuesta:
No te estás volviendo loco. Te están tomando el pelo. No caigas víctima de estos engaños manipuladores y culpabilizadores.
No cedas a sus exigencias pasivas ni a sus peticiones de compasión.
Esta persona es adulta. Recuérdale eso y que es perfectamente capaz de afrontar tu decisión o tus acciones.
4. Los manipuladores intentan restar importancia a tus problemas o dificultades
A los manipuladores emocionales no les importan mucho tus problemas importantes, a menos que puedan utilizarlos como plataforma para poner de relieve los suyos propios.
«¿Crees que hoy lo has pasado mal sentado en el tráfico?
¿Has pensado alguna vez cómo tengo que lidiar con el tráfico todos los días? Me quita años de vida. Agradece que sólo tuviste que lidiar con eso hoy».
«Dios, es terrible que tú y tu mamá se hayan peleado. Pero agradece que tienes una mamá. Mi mamá está muerta, e incluso cuando estaba viva, peleábamos mucho más que tú y tu mamá. Es como si nunca hubiera tenido madre».
Si señalas que el manipulador acaba de cambiar las tornas, es probable que intente hacerte parecer egoísta y lamentable.
No reconocerá su comportamiento narcisista ni replanteará la conversación en torno a su dolor o dificultad.
Tu respuesta:
No hay mucho que puedas hacer en estas situaciones excepto alejarte y encontrar a otra persona que sea más cariñosa, compasiva y madura.
No expongas tus vulnerabilidades a alguien que las pisotea.
5. Utilizan la técnica de la puerta trasera de la manipulación emocional
En lugar de ser directos y francos, los manipuladores eluden la comunicación honesta y utilizan métodos pasivo-agresivos.
Pueden hablar a tus espaldas con otras personas o pedirle a alguien que sea su portavoz para no tener que ser ellos el malo o la mala.
Por ejemplo, pueden hacer que un amigo te diga que quieren romper o mencionarle a tu mejor amigo lo infelices que son en la cama.
Pueden utilizar formas pasivas de hacerte saber que están enfadados o descontentos, haciendo pucheros, dando pisotones o guardando silencio.
O pueden decir algo que te apoye, pero comportarse de forma muy poco solidaria.
Por ejemplo, tu cónyuge puede decir que le parece bien que termines un proyecto de trabajo exigente en casa por las tardes, pero luego se va de compras y te deja en casa con los niños.
Tu respuesta:
Por tu propia tranquilidad, recrimínale este comportamiento.
Lo más probable es que recibas una reacción airada y a la defensiva, pero al menos el manipulador se dará cuenta de que sabes lo que está tramando.
Si este comportamiento indirecto y manipulador se produce con regularidad, es hora de buscar asesoramiento o de plantearse una estrategia de salida.
6. Utilizan tácticas que absorben la energía de la habitación
Los manipuladores entran en una habitación arrastrando consigo una nube negra.
Quieren que la atención y el foco de atención se centren en ellos, y quieren asegurarse de que todos en la sala noten si están enfadados, infelices o descontentos de alguna manera.
La gente tiende a apresurarse para complacer al manipulador o intentar ayudarle a «sentirse mejor».
Pueden preguntar: «¿Estás bien? ¿Te pasa algo?».
Esta es justo la apertura que el manipulador necesita para alimentarse de la simpatía y las energías de los demás.
Estando en la habitación con un manipulador, una persona sensible se sentirá agotada y desequilibrada.
Tu respuesta:
Si es posible, abandona la habitación. ¿Por qué regalar tu energía y buen humor a un manipulador?
Si estás atrapado en la habitación, visualízate rodeado de una barrera impenetrable que te protege de las vibraciones negativas del manipulador.
7. Los manipuladores emocionales utilizan la agresión o la ira
Los manipuladores emocionales a menudo intentan intimidar a los demás con un lenguaje agresivo, amenazas sutiles o ira descarada.
Sobre todo si ven que te incomoda la confrontación, la utilizarán para controlarte rápidamente y salirse con la suya.
El objetivo es fomentar el miedo o la incomodidad extrema para que te acobardes rápidamente.
Puede que tu mujer tenga una rabieta cada vez que le dices que gasta demasiado.
Puede que tu marido levante la voz y dé portazos cuando haces algo que no le gusta.
Con el tiempo, el manipulador aprende que todo lo que tiene que hacer es volverse un poco loco y las cosas saldrán como él quiere.
Tu respuesta:
A menos que temas la violencia física, recrimínale su comportamiento. Si el enfado o la agresividad aumentan, abandona la habitación o la casa.
Si la ira y la agresividad no se controlan, pueden derivar en comportamientos más dañinos.
Exige asesoramiento para que el manipulador pueda ver claramente lo que está haciendo y cómo cambiar su comportamiento.
8. Buscan a las personas sensibles, inseguras o demasiado confiadas
Los manipuladores emocionales buscan las vulnerabilidades de las personas para explotarlas.
De hecho, pueden crear relaciones, consciente o inconscientemente, con las personas más vulnerables y dispuestas a ser controladas.
Los manipuladores pueden detectar fácilmente a quienes tienen la necesidad de agradar o cuyas inseguridades les llevan a anteponer sus propias necesidades a las de los demás.
Al principio, los manipuladores pueden parecer cariñosos y sensibles, utilizando estos métodos para ocultar sus verdaderos motivos.
Con el tiempo, empiezan a explotar sutilmente las sensibilidades más delicadas de la otra persona.
Tu respuesta:
Si sabes que eres muy sensible y generoso, eres más propenso a ser víctima de un manipulador.
Aprende a detectar a tiempo las señales de manipulación emocional en una relación para poder evitar por completo a este tipo de personas.
Si ya estás en una relación manipuladora, puede que te resulte más difícil alejarte, ya que las personas sensibles suelen tener una mezcla de ira, lealtad, culpa e inseguridad ligada a estas relaciones.
Es posible que necesites el apoyo de un consejero para ordenar tus sentimientos y encontrar la manera de liberarte de esta situación destructiva.
Las personas que manipulan emocionalmente necesitan tener el control, y este deseo de control a menudo oculta sentimientos subyacentes de inseguridad.
Los manipuladores suelen compensarlo aparentando seguridad en sí mismos y poder.
Sus motivos son casi siempre egoístas, y les importa poco cómo afectan sus comportamientos a los que les rodean.
Necesitan sentirse superiores y poderosos y buscan a personas que los validen aceptando sus comportamientos manipuladores, pasivo-agresivos.
Tus propias emociones son tu mejor herramienta para reconocer el problema entre un manipulador y tu.
Examina tus emociones para ver si te sientes a la defensiva, avergonzado, culpable, enfadado o comprensivo con la otra persona.
¿Te encuentras a ti mismo poniendo excusas por su comportamiento o comprometiendo tus propias creencias y elecciones para complacerla?
Puede que no reconozcas estos sentimientos negativos en el momento, pero más tarde, cuando vuelvas a analizar la situación, es posible que afloren.
Si sospechas que tu pareja quiere manipularte, es el momento de tomar medidas para poner fin al abuso.
Habla con un consejero para validar tus sospechas y ver si hay alguna esperanza para la relación.
Cuanto más tiempo permanezcas en esta dinámica malsana, más cederás tu auténtico yo.
¿Reconoces alguna de estas manipulaciones emocionales?
Espero que hayas encontrado útiles los ejemplos de manipulación y los pasos de acción para tratar con un manipulador emocional que quiere controlarte.
Las personas controladoras en tu vida pueden hacerte sentir tan manipulado que te sientas inseguro sobre tus propios sentimientos y juicio.
Pero no permitas que los comportamientos de esa persona tóxica siembren en ti la semilla de la duda. Cree en ti mismo y en tus conocimientos internos sobre los comportamientos saludables en las relaciones.
Revisa esta lista de señales cuando estés pasando por un momento confuso o difícil con un manipulador.
¿Cuáles de estas técnicas de manipulación observas en tu relación?
Intenta llevar a cabo las acciones que te sugerimos para denunciar al manipulador y hacerle saber que te das cuenta de su mal comportamiento.
Puede que la persona no cambie, pero tú te sentirás más capacitado y seguro sobre cómo responder en la relación.