¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan complicado soltar algo que sabes que no es bueno para ti? Ya sea una relación tóxica, un trabajo insatisfactorio o una creencia dañina, dejar ir puede parecer una tarea monumental.
La verdad es que es un desafío común, y reconocerlo es el primer paso para enfrentarlo.
El objetivo es liberarte de cargas emocionales que afectan tu bienestar.
Si estás listo para avanzar hacia una vida más saludable y satisfactoria, es crucial aprender a soltar.
Aquí exploraremos las razones detrás de esta dificultad y cómo superarlas.
¿Por qué es tan difícil dejar ir?
Si lo piensas bien, la vida es un viaje de desprendimiento, que comienza apenas nacemos y alguien corta el cordón umbilical.
Este ciclo continúa a lo largo de la vida: irse de casa al empezar preescolar, perder los dientes de leche, abandonar el nido como adulto joven, terminar romances y amistades que ya no te sirven, dejar un trabajo que te hace sentir desgraciado… todas son formas de desapego saludable.
Hacer estas transiciones, dejar cosas atrás y desprenderse no siempre es fácil. De hecho, rara vez lo es.
Pero, ¿por qué? Si la temporalidad y el desapego son parte natural de la experiencia humana, ¿por qué es tan difícil soltar?
A continuación, analizaremos las razones específicas por las que es complicado desprenderse de algo, y qué hacer para superar el apego emocional.

- La terquedad: A los humanos nos encanta considerarnos seres superavanzados y, en muchos aspectos, tenemos razón. Pero algo que a menudo olvidamos (o decidimos ignorar) es que nuestras percepciones están irremediablemente contaminadas. No vemos las cosas como son en realidad, sino como somos nosotros y favorecemos nuestras versiones de la historia.
- Perspectiva: La vida es una serie de lecciones. Con un poco de suerte, crecemos y cambiamos a mejor con cada revolución alrededor del sol. Pero nuestras perspectivas suelen ser deficientes por falta de experiencia, exposición o consideración.
- Inmadurez: Viejos o jóvenes, la inmadurez a veces se apodera de nuestros sentidos y se niega a irse. Nos encontramos dando pisotones y tapándonos los oídos por cualquier motivo.
- Trauma: Un trauma no abordado es un tumor emocional supurante; cuanto más crece, más problemático se vuelve.
11 razones por las que dejar ir es difícil y qué hacer
Ya hemos tratado algunos aspectos básicos sobre las dificultades de dejar ir. Ahora vamos a explorar las razones por las que nos aferramos.
1. Todavía estás atado
El apego emocional o intelectual puede ser la razón por la que tienes dificultades para dejar ir algo o a alguien. Cuando seguimos comprometidos con una situación o una persona, nos aferramos a ella.
El lado positivo es que aferrarse a los apegos emocionales es algo habitual, por lo que hay toneladas de información sobre cómo desvincularse emocionalmente de amantes, amigos y familiares tóxicos.
⮕ Pasos a seguir: Ponte a leer. Existen muchos recursos y expertos que ofrecen consejos prácticos sobre cómo soltar algo que ya no te sirve.
2. No quieres renunciar a partes de ti mismo
Nuestros puntos de vista y opiniones definen nuestra personalidad y comportamiento.
A veces, esto es positivo, pero aferrarse a actitudes corrosivas y relaciones tóxicas erosiona la salud mental.
La incapacidad de dejar ir puede ser tu ego aferrándose a su configuración actual, evitando el trabajo de cambiar.
⮕ Pasos a seguir: Considera el concepto budista de impermanencia. Reflexiona sobre cómo tus puntos de vista actuales afectan tu bienestar y si es momento de permitir cambios.
3. Quieres tener razón
La necesidad de ser correcto puede hacer que te aferres a tus puntos de vista y relaciones. Nuestra identidad está vinculada a nuestras creencias, y cuestionarlas puede sentirse como una amenaza.
Además, casi todas las sociedades valoran «ser correcto». Aunque se nos dice que está bien equivocarse, cometer errores o fracasar, el mensaje contrario se nos inculca inconscientemente desde pequeños.
Pero nadie vive una vida intachable. Todos metemos la pata. Nuestras opiniones no siempre son correctas.
Por eso, aprender a reconocer los errores con elegancia es esencial para ser una versión equilibrada, amable y justa de uno mismo.
Nuestra cultura valora y da prioridad a los ganadores sobre los perdedores.
⮕ Pasos a seguir: Lee libros de psicología y sociología para comprender la naturaleza errática del cerebro humano. Aceptar que todos cometemos errores puede facilitar la aceptación de fallos y la disculpa cuando sea necesario.
4. Aún no has diseccionado tu infancia
Nuestros años de formación influyen en nuestra visión del mundo y nuestro comportamiento.
A veces, las personas se aferran a las creencias de su infancia sin cuestionarlas. Este apego puede ser un obstáculo para el crecimiento personal.
⮕ Pasos a seguir: Examina por qué eres como eres. Considera la ayuda de un profesional o hazlo tú mismo, siendo sincero contigo mismo.
5. Te aferras a una fachada
Según el sociólogo Irving Goffman, las personas usan una fachada para enfrentar al mundo.
Cuando la fachada es diferente de tu verdadero yo, soltarla puede ser desafiante. Dejar ir lo que está vinculado a tu fachada implica despojarte de una armadura emocional.
⮕ Pasos a seguir: Examina la brecha entre tu verdadero yo y tu fachada. Trabaja para ser más auténtico y eliminar relaciones y actitudes que no se alinean con tu verdadero yo.
6. El asunto entra en conflicto con tus creencias preconcebidas
Cuando encuentras información que desafía tus creencias profundamente arraigadas, puede ser difícil aceptar que podrías estar equivocado.
La idea de cambiar puede ser aterradora y te lleva a aferrarte a tus creencias actuales.
⮕ Pasos a seguir: Acepta que el crecimiento personal es un proceso continuo. Sé flexible con tus creencias y abierto a nuevas ideas.
7. Tienes una problema de salud mental
En un pasado no muy lejano, la salud mental era un tema tabú. Era una de esas cosas sobre las que la gente cuchicheaba, y las personas que acudían a terapeutas ciertamente no compartían esa información libremente.
Afortunadamente, las cosas han cambiado. Hoy en día, la terapia, el coaching y el asesoramiento son tan típicos como un desayuno de bacon y huevo.
Los problemas de salud mental no resueltos pueden influir en tus decisiones y hacer que te aferres a la negatividad.
Es importante abordar cualquier problema de salud mental para mejorar tu capacidad de dejar ir.
⮕ Pasos a seguir: Busca ayuda profesional si sospechas que tienes problemas de salud mental. Explora opciones como terapia en línea o programas comunitarios gratuitos si es necesario.
8. El conflicto te da un propósito
¿Obtienes algún propósito de aquello a lo que te niegas a renunciar? ¿? Si es así, es menos probable que lo dejes ir.
Después de todo, anhelamos un propósito, y si un rencor o una relación malsana nos proporcionan alguna estructura, es posible que tu ego no quiera dejarlo ir.
Por ejemplo, supongamos que «Carlos», el compañero de «Patricia», tiene un problema con las borracheras. Todos los viernes por la noche, Carlos llega a casa borracho y Patricia lo mete en la cama de forma segura y cómoda.
Como a Patricia le gusta complacer a la gente y le satisface hacer felices a los demás, este ritual de embriaguez le ha dado un sentido a su relación… aunque sea retorcido.
En nuestro ejemplo, Patricia probablemente sabe, en el fondo, que necesita cortar lazos con Carlos. Además de la rutina de los viernes por la noche, Carlos da por sentada a Patricia y la relación está estancada en un punto muerto.
En el fondo, Patricia sabe que es hora de dejarlo ir, pero la dinámica malsana de la relación le da un sentido de propósito.
⮕ Pasos a seguir: La clave para romper este ciclo es la objetividad y la autorreflexión. Haz una lista de pros y contras sobre la relación. ¿Qué parte gana? Hazte las preguntas difíciles sobre por qué te quedas cuando está claro que no funciona.
9. No te das cuenta de que estás aguantando
El cerebro humano a veces nos engaña haciéndonos creer que necesitamos algo perjudicial. Es posible que no te des cuenta de que estás aferrándote a algo que no es bueno para ti.
⮕ Pasos a seguir: Practica la meditación para obtener claridad mental. Esto te ayudará a ver las situaciones de manera más objetiva y tomar decisiones más informadas.
10. Te asusta la alternativa
Aferrarse a alguien o a algo por miedo a quedarse solo u otros inconvenientes imaginarios es habitual. La idea de cambiar puede parecer abrumadora.
⮕ Pasos a seguir: Enfrenta tus miedos directamente. Comprende que el miedo a lo desconocido es una barrera que puedes superar para vivir la vida que deseas.
11. La falacia del coste hundido te tiene dominado
La falacia del coste hundido es la creencia errónea de que debes continuar en un camino difícil porque ya has invertido mucho. Este pensamiento puede mantenerte en situaciones que no son beneficiosas.
⮕ Pasos a seguir: Desarrolla resiliencia y aprende a reducir pérdidas. Evalúa si continuar es realmente beneficioso y no dejes que el remordimiento te detenga.
Reflexiones finales
Esperamos haberle ayudado a comprender por qué te aferras a cosas que ya no necesitas. Una vez que descubras tu cóctel de razones, empieza poco a poco a trabajar en ellas.
No te castigues si te lleva tiempo. Cambiar es difícil. Sigue trabajando.
Con el tiempo, adquirirás la confianza y harás los cambios de comportamiento necesarios para posicionarte mejor y soltar lastre. Mucha suerte.