Cuando crecí, mi hogar era diferente de las familias idílicas que aparecían en los programas de televisión que me gustaban.
A menudo me preguntaba si mi familia disfuncional era la única que tenía tanta tensión, ira e infelicidad.
Como niña muy sensible, a menudo creía que era culpa mía. Si pudiera ser más fácil, más divertida, más agradable para mi familia, todo iría bien.
Estos sentimientos, junto con el estrés que sufría en casa, causaron estragos en mi salud mental y mi autoestima.
Si esto es algo con lo que te sientes identificada, estoy aquí para decirte que no estás sola.
Vivir en una familia disfuncional, sea cual sea el aspecto que tenga para ti, tendrá un efecto a largo plazo en tu vida, incluso años después de que hayas crecido y vivas en un entorno más sano.
Si sigues en una familia disfuncional, es importante que veas tu situación tal y como es y tomes las medidas necesarias para cambiarla, o abandonarla.
¿Qué es una familia disfuncional?
Una familia es disfuncional si experimenta con regularidad conflictos, mala conducta o malos tratos de tal manera que algunos de sus miembros se acomodan a esas acciones inapropiadas.
¿Cuáles son las causas de una familia disfuncional? He aquí algunas de ellas:
- Las familias disfuncionales suelen ser el resultado de un progenitor abiertamente maltratador y otro codependiente que hace la vista gorda ante el mal comportamiento.
- Los padres disfuncionales pueden aprender su comportamiento de sus propios padres y reproducir sus experiencias pasadas en sus nuevas familias.
- En algunos casos, cuando uno de los progenitores no se opone a los abusos del progenitor dominante, se induce a los niños a creer que la disfunción es culpa suya. A veces los niños crecen en estas familias creyendo que la situación es normal y aceptable.
- Aunque las familias monoparentales y mixtas no son disfuncionales por naturaleza, estas situaciones aumentan las posibilidades de que se produzcan disfunciones.
Características de las familiares disfuncionales
¿Cuáles son las características de una familia disfuncional? Aunque las familias disfuncionales son todas diferentes, suelen compartir algunos aspectos principales.
Algunos rasgos definitorios de una familia disfuncional son:
- Falta de empatía
- Comunicación deficiente
- Maltrato emocional o físico
- Abuso de drogas o alcohol
- Perfeccionismo
- Miedo e imprevisibilidad
- Desconfianza
- Denegación
- Falta de respeto de los límites
- Controlar
- Culpabilización
- Críticas excesivas
- Triangulación
Roles en las familiares disfuncionales
Cada miembro de una familia disfuncional desempeña un papel que mantiene el ciclo en marcha.
- El facilitador (o cuidador) protege y cuida del progenitor problemático para que la familia siga adelante. Asume la carga y las responsabilidades del progenitor problemático para evitar que entre en crisis.
- El héroe asume el papel de hacer que la familia parezca buena. Esta persona dotada es buena para hacer que todo lo exterior parezca normal.
- El chivo expiatorio suele ser el niño que muestra comportamientos negativos que desvían la atención del problema principal de la familia.
- El niño perdido es el tranquilo que intenta escapar de la situación. Este niño suele evitar las interacciones con otros miembros de la familia, lo que a la larga provoca una falta de desarrollo social.
- La mascota sirve para aligerar el ambiente y romper la tensión dentro de la familia. Suelen utilizar el humor para distraerse de sus problemas en lugar de afrontarlos.
Si vives en una familia disfuncional, probablemente puedas identificar a las personas que desempeñan estos papeles en tu hogar.
Éstos son algunos de los signos malsanos más comunes de una familia disfuncional.
39 señales poco saludables de una familia disfuncional
Observa estos ejemplos de familias disfuncionales para ver si en la tuya se da alguna de estas situaciones:
1. Las vacaciones son muy estresantes
Las vacaciones deben ser un momento relajado para que su familia cree recuerdos juntos y disfrute de tiempo libre fuera de su rutina normal.
Si viajar te resulta extremadamente estresante cuando estás con tu familia, esto puede ser un signo de una familia disfuncional .
2. Piensas en cómo hacer las cosas de otra manera
Si de niño ya sabías que un día criarás a tus hijos de forma diferente a como te criaron a ti, es una señal de alarma.
Los niños no deberían pasar tiempo observando cosas en su casa que nunca querrían que se repitieran.
3. Tus padres tienen habitaciones separadas
A veces es normal que los padres duerman en camas diferentes, sobre todo si sus horarios difieren y no quieren molestar al otro mientras duerme.
Sin embargo, si tus padres nunca pasan (o pasaban) tiempo juntos en la misma habitación, puede que tengan una relación tóxica.
4. Tu familia vive en silencio
El silencio es disfuncional cuando se utiliza como castigo. No tiene en cuenta la valía de los demás. Una forma más suave del tratamiento silencioso es exigir que los demás adivinen lo que te pasa.
El problema es que no valoras tu relación con la otra persona lo suficiente como para hablar de tus problemas.
5. Experimenta la triangulación
La triangulación se produce cuando un miembro de la familia confía en otro sobre un tercer miembro.
Un ejemplo sería el de una madre y un padre que hablan «a través» de su hijo pidiéndole que pregunte al otro progenitor sobre un asunto personal o de adultos.
Esto hace recaer la carga de los asuntos de adultos en el niño y es una alternativa poco saludable a la comunicación directa.
6. Das o recibe mensajes dobles
Los dobles mensajes se producen cuando alguien dice una cosa y hace otra. Puede ser tan grave como que un padre maltratador diga «te quiero» o «lo siento mucho» después de pegar a un hijo.
Esto confunde al receptor y desdibuja el significado de las palabras pronunciadas.
Estos mensajes también confunden la propia intuición. Por ejemplo, si una madre le dice a un hijo: «Tu padre no tiene problemas con la bebida, sólo le gusta tomarse unas copas después de una larga jornada laboral», esto contradice las pruebas que el niño ha visto.
7. Hay enmascaramiento
Si un miembro de la familia dedica mucho tiempo a ocuparse de los problemas de otro, o se responsabiliza personalmente de las emociones de otro miembro de la familia, se trata de enmascaramiento.
Los límites existen en las familias sanas, en las que cada uno es responsable de sus propios problemas.
Esto no significa que la gente no pida ayuda, pero tampoco significa que los miembros de la familia se culpen unos a otros de sus problemas personales.
Sí significa que un miembro de la familia no se siente personalmente responsable de la solución.
8. Rara vez llevas amigos a casa
Esto ocurre por las peleas, el estado de la casa, el abuso de sustancias o el miedo a que alguien de tu familia te avergüence.
Este aislamiento también se produce cuando los padres de tus amigos no les permiten visitarte debido al ambiente de tu casa o al comportamiento de tus padres.
9. Nunca te defiendes
Si te encuentras en situaciones que claramente no son culpa tuya pero por defecto piensas que podrías haber hecho algo diferente, puede ser señal de que vives en una familia disfuncional.
Por ejemplo, digamos que hay una gran pelea en la mesa familiar entre tus padres o un padre y un hermano. Aunque una reacción sana ante esto sería saber que tú no provocaste la pelea, puedes asumir que fue culpa tuya por no evitarla.
10. Temes el abandono
Si te abandonaron de niño, ya sea física o emocionalmente, es posible que arrastres este miedo el resto de tu vida.
11. Te gusta complacer a la gente
Se trata de un rasgo de supervivencia que puede desarrollarse como resultado de haber sido abandonado o de sufrir negligencia de forma regular.
Complacer a los demás es un intento de ganártelos cuando temes sus críticas. Te aferras a la creencia de que si eres lo suficientemente amable, esa persona no te abandonará.
Probablemente desarrollaste este rasgo para poder detectar el estado de ánimo de los adultos que te rodean y así poder responder adecuadamente.
12. Sufres o eres testigo de malos tratos
El maltrato puede ser físico, emocional o sexual. También incluye el abandono por parte de otra persona o ser testigo de peleas o de cómo maltratan a otra persona.
Aunque tus padres no te maltraten directamente, la exposición a las peleas de otras personas puede ser igual de perjudicial.
Cualquier tipo de maltrato deja a los miembros de la familia necesitados de atención emocional. Los abusos físicos y sexuales dejan cicatrices evidentes y pueden ser fácilmente comprendidos por los demás.
El maltrato emocional puede ser mucho más sutil, más fácil de negar u ocultar y más difícil de entender para los demás.
Algunos de los signos de abuso emocional incluyen los siguientes comportamientos (algunos de los cuales se explican con más detalle a continuación):
- Ridículo y crítica constantes
- Amenaza
- Acoso escolar
- Luz de gas
- Comportamientos controladores
- Manipulación
- Negar amor, afecto o sexo
- Desprecio
- Comportamientos narcisistas
- Arrebatos emocionales imprevisibles
- Abuso verbal
- Sarcasmo para herir
- Insultos
- Cólera intensa
- Falta de respeto
- Comportamientos egoístas e infantiles (de los adultos)
- Intolerancia
- Celos extremos y desconfianza
- Rencor
- Pone a los demás en tu contra
- Invalida regularmente a otros miembros de la familia
- Juegos mentales
13. La disciplina es escasa o nula
El abandono se refiere a la falta de necesidades básicas, pero también a la falta de disciplina y estructura.
Si nadie asume el papel de responsable debido al abuso de sustancias o al malestar emocional, los niños quedan abandonados a su suerte.
14. Las vacaciones no son alegres
Independientemente del tipo de fiestas que celebre su familia, seguro que hay momentos en los que toda la familia se reúne para intentar disfrutar de una comida especial o intercambiar regalos.
Si teme estas ocasiones y nunca encuentra alegría en ellas, puede deberse a una situación familiar disfuncional.
Las fiestas suelen añadir estrés y expectativas insatisfechas para todos, pero una familia disfuncional puede caer en picado como consecuencia de ello.
15. Desearías pertenecer a la familia de otra persona
Tal vez vayas a casa de un amigo y te parezca tranquila, o veas a tus vecinos de al lado siempre divirtiéndose jugando en el patio.
Si desearas formar parte de su familia en lugar de la tuya, podría ser tu forma de desear escapar.
16. Crees que eres la única persona normal de tu familia
Todo el mundo parece tener algún tipo de problema, y no puedes encontrar un aliado en ninguno de tus hermanos ni en ninguno de tus padres.
Sus locuras y disfunciones te hacen sentir aislado y solo.
17. Son controladores
Las familias que utilizan el dinero, las amenazas, la culpa o incluso algún tipo de recompensa para controlar a otras personas de la familia es un comportamiento insano y perjudicial que constituye uno de los signos de abuso emocional mencionados anteriormente.
Los que controlan intentan crear una dinámica de poder para conseguir lo que quieren a costa del bienestar mental, emocional o físico de la otra persona.
18. Se apresuran a culpar a los demás
La responsabilidad exige establecer límites claros y permitir que se produzcan consecuencias naturales cuando se traspasan los límites.
Echar la culpa a los demás es un hábito peligroso que suele darse con la victimización.
Las familias que se culpan mutuamente de sus sentimientos o experiencias no asumen la responsabilidad personal de su propio papel en las situaciones y se exponen a la codependencia.
19. Se utiliza el castigo en lugar de la disciplina
Disciplina y castigo no son lo mismo. La disciplina implica formación y enseñanza, mientras que castigar es sólo aplicar una sanción.
Si tienes una familia que sólo practica el castigo, suele ser en forma de castigo emocional o psicológico.
Por ejemplo, si haces algo que es inaceptable para tu familia, puede que te den la callada por respuesta durante un largo periodo de tiempo, lo cual es un castigo psicológico y es tóxico.
20. Utilizan tácticas amenazadoras
No cabe duda de que hay familias que recurren a las amenazas para mantener el control. Por ejemplo, una familia puede amenazar con repudiar a un hijo si toma determinadas decisiones.
Aunque esto pueda parecer habitual, no es aceptable y, desde luego, no es sano.
Las familias que se amenazan emocionalmente, físicamente, psicológicamente o de cualquier otra forma son tóxicas.
21. Alteran la verdad
Las familias disfuncionales suelen tergiversar sus intenciones, experiencias e incluso los recuerdos que rememoran para evitar rendir cuentas.
Este comportamiento también se conoce como «luz de gas«.
Hay muchas formas en las que alguien de tu familia puede distorsionarte a ti, lo que quieres y tus experiencias vitales, tanto con ellos como sin ellos. No importa cómo distorsionen la verdad, si alguien lo está haciendo, es una persona tóxica.
22. Los malos tratos, las adicciones y las enfermedades mentales no reciben tratamiento
El maltrato activo en el seno de una familia, así como la adicción o las enfermedades mentales no tratadas, califican claramente a una familia de disfuncional.
Esta disfunción se agrava cuando el maltratador o adicto niega el problema y no busca tratamiento.
Los niños que viven con padres maltratadores, adictos o emocionalmente inestables nunca se sienten seguros y crecen con una serie de problemas de salud mental que pueden ser debilitantes.
23. La familia no está disponible
Las familias disfuncionales no están disponibles emocionalmente. Que la familia esté o no físicamente presente no importa.
La disponibilidad emocional es un factor importante en una familia sana. Si alguien está emocionalmente ausente, se está haciendo indisponible para todos los que le rodean.
Cuando una familia no está disponible, aunque sólo sea por tener relaciones superficiales entre sí, lo más probable es que sea disfuncional.
24. Son despectivos
Es probable que las familias que encajan en el modelo disfuncional desestimen las pruebas de que esto es cierto, así como a cualquiera que saque el tema a colación.
Suele ser un intento de evitar la rendición de cuentas. Independientemente del razonamiento, desestimar los problemas familiares es tóxico y perjudica a todos los miembros.
25. Hay imprevisibilidad
Si los padres son extremadamente incoherentes, lo que significa que un niño nunca puede estar seguro de cómo responderán sus padres a sus comportamientos, es una señal de alarma.
El comportamiento imprevisible suele ser el resultado de un abuso intermitente de drogas o alcohol. Un día mamá o papá están bien y al día siguiente están desmayados en el sofá.
Otro comportamiento impredecible es cuando los padres son propensos a los arrebatos de ira, haciendo que otras personas de la casa vivan en un constante estado de aprensión.
26. El conflicto es constante
Por supuesto, todas las familias tienen conflictos de vez en cuando, pero si nunca hay una pausa en el conflicto familiar y las personas siempre están enfrentadas, es un signo de disfunción.
Este conflicto puede ser verbal, físico o incluso silencioso, pero con una tensión tan densa que podría cortarse.
Suele producirse entre los padres, divorciados o casados, y es presenciado por los hijos.
27. Falta empatía
En una familia sana es importante que los padres sepan escuchar los sentimientos de sus hijos e intenten empatizar con sus problemas.
No es sano para un niño que siempre se desestimen sus sentimientos o que no tenga una salida para hablar de los problemas comunes a los que se enfrentan los niños durante sus años de desarrollo.
28. Experimentas una inversión de roles
La inversión de roles en una familia se produce cuando un hijo asume las responsabilidades de un progenitor.
Esto ocurre cuando uno de los progenitores es incapaz de cumplir con sus obligaciones parentales debido a una enfermedad mental, abuso de sustancias, ausencia o cualquier otra razón.
Esto obliga al niño a asumir el papel de cuidador mientras no se satisfacen sus propias necesidades de desarrollo.
29. Existe un control excesivo
El control excesivo puede parecerse a muchas cosas. Puede tratarse de un progenitor que controla al otro mediante el abuso emocional, la agresión física, las finanzas o los ultimátums.
También puede tratarse de padres que controlan a sus hijos impidiéndoles hacer cosas normales de la infancia, como jugar con amigos o tener algún sentido de la independencia.
30. No hay sensación de privacidad
Por supuesto, los padres quieren saber lo que hacen sus hijos, especialmente cuando se trata de actividades en línea o cuando salen con sus amigos.
Sin embargo, hay ciertos límites que no deben traspasarse, y los hijos deben poder tener cierto sentido de la intimidad, sobre todo a medida que pasan los años.
Una familia disfuncional puede tener padres que se sienten con derecho a saber más de lo que realmente saben.
Tanto si esto significa fisgonear en secreto como exigir abiertamente que otros miembros de la familia compartan todo con ellos, es cruzar los límites.
Quizá esta persona rastrea constantemente todos tus movimientos y luego lo justifica diciendo: «Si no estás haciendo nada malo, debería poder mirar».
Esto es una violación de la privacidad y demuestra que hay una falta de confianza. Esta presencia policial es perjudicial para la familia.
31. Se permite que las burlas vayan demasiado lejos
Las familias no deberían tener un matón. El humor y las bromas pueden ser un modo saludable de interacción en las familias, pero la clave está en si resulta cariñoso y cómodo para todos los implicados.
En las familias disfuncionales, el abuso emocional puede disfrazarse de «sólo bromeaba, no seas tan sensible».
Esto no sólo permite que la crítica original se mantenga, sino que también añade una crítica adicional de alguien que muestra una reacción «incorrecta» a una situación.
Además, a esta persona se le está diciendo esencialmente que no tiene derecho a sus propios sentimientos, lo cual es un signo clásico de disfunción.
32. Existe un trato injusto hacia uno o más miembros de la familia
Este trato injusto suele darse con uno de los progenitores (o con ambos) debido al orden de nacimiento del niño, su sexo, sus capacidades, su sexualidad o cualquier otro motivo.
Todos los demás miembros de la familia tienen claro que uno de ellos está siendo señalado y tratado de forma diferente, ya sea positiva o negativamente.
33. Hay un comportamiento sexual anormal
El comportamiento sexual que incluye promiscuidad, adulterio o incesto que es presenciado o conocido por los niños de la familia es un comportamiento profundamente disfuncional y dañino.
Asimismo, permitir que los niños se sexualicen demasiado pronto o que presencien actos sexuales también es disfuncional y confuso.
34. Los miembros de la familia se repudian mutuamente
Una familia puede llegar a ser disfuncional cuando los conflictos se hacen tan insostenibles que sus miembros se repudian mutuamente y se apartan de la vida familiar.
Este rechazo puede afectar a la relación padre-hijo, a los abuelos, a los hermanos o a miembros de la familia extensa que antes formaban parte activa de la familia.
35. Los niños son utilizados como peones
Un comportamiento parental disfuncional habitual es cuando uno de los progenitores manipula a su hijo para crear algún tipo de resultado adverso al del otro progenitor.
Este comportamiento puede incluir cotillear sobre el otro progenitor, intentar obtener información del niño sobre el otro progenitor o intentar que al niño le caiga mal el otro progenitor.
36. Sólo se ofrece amor condicional
Se trata de un comportamiento emocionalmente abusivo en el que el amor y el afecto se retiran a menos que el otro miembro de la familia cumpla con alguna petición, necesidad o deseo de otro miembro.
Un padre puede mostrar amor y aprobación a un hijo sólo cuando destaca en los deportes o en los estudios. Una esposa puede retener el amor y el afecto de su marido hasta que éste ceda y acceda a sus demandas.
37. Hay un ambiente dogmático o de culto
Esto puede ocurrir en una familia extremadamente religiosa o con requisitos culturales estrictos y exigentes.
A menudo se utiliza una disciplina dura e inflexible para mantener a los miembros de la familia «en línea», de modo que no cuestionen la autoridad ni desarrollen sus propias opiniones.
38. Falta apoyo del progenitor no dominante
En las familias disfuncionales, uno de los progenitores suele ser el que maltrata o desatiende a los niños de la familia, y el otro permite que se produzcan los malos tratos sin intervenir.
El progenitor no dominante también puede ser víctima de los malos tratos del otro progenitor o simplemente no querer agitar más el barco, por lo que no hace nada para proteger a los niños.
Como resultado, los niños asumen la culpa de los problemas de la familia y asumen que son «malos» porque nadie ha intervenido para detener los malos tratos.
39. Hay codependencia entre los miembros de la familia
La codependencia es una condición en la que un miembro de la familia permite la adicción, la enfermedad mental, el mal comportamiento o la inmadurez de otro miembro.
A veces, toda la familia es codependiente cuando todos encubren o fingen que un miembro de la familia no tiene un problema grave cuando es evidente que sí lo tiene.
Cómo lidiar con una familia disfuncional
El impacto de crecer en una familia disfuncional puede ser duradero y doloroso. Sin embargo, no tiene por qué determinar tu destino o tu felicidad para siempre.
Puedes aprender a curarte.
Aquí tienes algunas ideas que te ayudarán:
Aplicar el pensamiento adulto
Puedes superar los sentimientos sobrantes de vivir en un hogar disfuncional con un nuevo punto de vista adulto.
Ya no eres un niño indefenso que no tiene la capacidad de comprender la disfunción y verla tal como es. No trates de buscar excusas para la disfunción o permitir un mal padre o hermano barriéndolo debajo de la alfombra.
No intentes cambiar el pasado
Es importante recordar que no se puede cambiar el pasado y que la disfunción en el seno de la familia probablemente siempre existirá.
No se puede cambiar a las personas y a veces es necesario permitirse una sana distancia. No intentes compensar el pasado ni recuperar el tiempo perdido tratando de salvar relaciones que ya no tienen remedio.
En lugar de eso, protege tu bienestar y avanza creando tu propia familia con relaciones sanas y prósperas.
Evitar la mentalidad de víctima
Puede que te hayan engañado para que no tuvieras una infancia sana, pero no permitas que esta mentalidad de víctima continúe en tu edad adulta.
- No dejes que tu pasado controle tu presente al no convertirte en un adulto bien adaptado.
- Crea una nueva identidad que no se centre en el dolor que sufriste en el pasado.
- Si es posible, intenta encontrar la fuerza para perdonar.
Si eres capaz de hacerlo, hazlo en tus propios términos y simplemente permite que estos sentimientos de perdón te ayuden a dejar atrás el pasado.
Define quién quieres ser
Haz un esfuerzo consciente por saber quién quieres ser y trabaja para convertirte en esa persona. Esto puede llevar algún tiempo dependiendo de la gravedad de tu disfunción familiar.
Aprende más sobre madurez emocional y cómo comunicarte eficazmente en las relaciones.
El simple hecho de comprender el abuso emocional y la disfunción de tu familia de origen puede ayudarte a definir lo que no quieres ser.
Conviértete en el padre que desearías haber tenido para que tus propios hijos crezcan en un ambiente de amor y seguridad.
Conviértete en la pareja o cónyuge que desearías haber presenciado en tus padres para que tu relación sea fuerte y sana.
Obtener asesoramiento
Si la disfunción familiar es grave, es posible que necesites terapia o un grupo de apoyo para superar el trauma sufrido.
Es posible que no puedas superar el dolor y entablar relaciones sanas sin hacer el trabajo de crecimiento que requiere la terapia.
Busca un psicologo especializado en disfunción familiar, abuso y adicción (si procede). Comprométete con tu evolución personal haciendo este trabajo que te cambiará la vida.
¿Creciste en una familia disfuncional?
Si estás leyendo este post, es probable que hayas experimentado algunos de los comportamientos y situaciones aquí descritos.
Nos gustaría elogiarte por tomar medidas y aprender más sobre las dificultades que experimentaste en tu familia.
No permitas que tu pasado infecte tu felicidad actual y futura. Puedes superar el dolor.
En última instancia, la forma más eficaz de curarse de una familia disfuncional es vivir una vida plena.
Siempre estarás conectado a la disfunción que has soportado, pero tu éxito y felicidad a largo plazo están en tus propias manos.
Cuando entiendas esto, ya estarás en el camino de la curación.