«En caso de pérdida de presión en cabina, colóquese primero su propia máscara de oxígeno antes de ayudar a los demás».
Si vuelas en aviones comerciales, habrás oído muchas veces esta frase de un auxiliar de vuelo, que te indica que debes cuidarte y dar prioridad a tu seguridad para poder ayudar a otra persona.
Esto es necesario para sobrevivir en un vuelo, pero también es una actividad esencial para la vida diaria: practica primero el autocuidado.
Suena bien, pero en realidad es difícil seguir una rutina de cuidado personal.
¿Qué es el autocuidado?
Cuidarse no es lo mismo que mimarse o autocomplacerse, y no tiene por qué costar nada.
No se trata de vivir como la realeza ni de rendirse a cualquier impulso egoísta.
Se trata de saber lo que vales y dar a tu mente, cuerpo y espíritu lo que necesitan para prosperar.
Y se trata de elegir actuar por tu propio bien cada día.
El propósito del autocuidado es restaurar su energía, no mermarla. No se trata de agotar tu cuenta bancaria ni de añadir deudas a tu lista de preocupaciones.
Ejemplos de autocuidado
¿Cuáles son algunas ideas de autocuidado que pueden marcar una verdadera diferencia en tu salud y bienestar?
Tanto si lo que más te interesa es la práctica diaria del autocuidado como nuevas ideas al respecto, los consejos que siguen te ayudarán a prosperar a lo largo del día e inspirarán a otros a hacer lo mismo.
Aquí tienes algunos ejemplos rápidos de autocuidado que puedes adoptar a diario para tratarte mejor:
- Practica una buena higiene del sueño.
- Hidrátate a lo largo del día.
- Dedica tiempo a la meditación o la oración.
- Pasa tiempo en la naturaleza a diario.
- Tómate un descanso de drenar a la gente.
- Incorpora la actividad física a tu horario diario.
¿Por qué necesitas una lista de autocuidado?
Como la mayoría de nosotros, probablemente te pones en marcha cuando suena el despertador.
Ya sea cuidando a los niños, corriendo al trabajo o yendo al colegio, tu día empieza temprano y está lleno hasta los topes de tareas y obligaciones.
Tus dispositivos digitales te mantienen conectado y distraído, preocupándote por si te estás perdiendo algo importante y arrastrándote a una vorágine de sobrecarga de información.
En la cultura occidental, equiparamos nuestra autoestima a la productividad y al trabajo duro.
Muchos de nosotros (las mujeres en particular) sentimos que somos egocéntricos si no anteponemos las necesidades de los demás a las nuestras en todo momento.
Pero toda esta productividad, multitarea y complacer a la gente tiene un coste: su salud mental y física.
No sólo pones en peligro tu salud, sino que además te pierdes la alegría de vivir plenamente. Ahí es donde pueden ayudarte las siguientes ideas de autocuidado para mujeres y hombres.
85+ Ideas de autocuidado para mejorar tu bienestar
Es fácil leer esta lista y asentir con la cabeza. Lo difícil es pasar a la acción. Sabemos que la vida puede impedirte adoptar todas estas sugerencias, pero encuentra un par de ellas que puedas adoptar como parte de tu rutina diaria.
1. Olvídate del perfeccionismo
Es difícil cuidarse cuando uno se pone el listón demasiado alto. Nunca estarás satisfecho y sentirás que debes esforzarte cada vez más para alcanzar la definición de perfección que percibes.
Nunca llegarás a eso, así que déjalo estar. Permítete ser perfectamente imperfecto.
2. Reevalúa tus prioridades
Cuando estás tan ocupado y distraído, todo parece prioritario. No haces más que girar las ruedas tratando de hacerlo todo.
Detente durante una hora y contempla qué es lo más importante hoy, esta semana, este mes y en tu vida en general.
¿En qué inviertes tiempo que no contribuye realmente a tu lista personal de prioridades?
3. Modifica tu dieta
Lo que comes influye mucho en cómo te sientes física y mentalmente. ¿Qué pequeño cambio puedes hacer en tu dieta para mejorarla?
Prueba a eliminar un alimento malo de tu dieta y sustituirlo por un alimento bueno (como una fruta o una verdura).
4. Practica 10 minutos de ejercicio al día
Dedicar al menos unos minutos al día a bombear la sangre ayuda a despejarse.
Además, dado que existe una correlación entre la fuerza de las piernas (en particular) y la función cerebral, tiene sentido dar prioridad al entrenamiento diario de fuerza.
No tienes que comprometerte a veinte o incluso diez minutos al día de entrenamiento de fuerza.
Una rutina de cinco minutos que afecte a los principales grupos musculares puede marcar una gran diferencia en tu metabolismo, tu claridad mental y tu salud en general.
Sólo asegúrate de elegir un ejercicio que se adapte a ti, ya sea yoga en casa, pesas en un gimnasio, rebote o una pequeña clase local de spinning.
Cuanto más lo disfrutes, más probabilidades tendrás de seguir haciéndolo.
¿Se me ha olvidado mencionar que el movimiento lento y concentrado en el entrenamiento de fuerza ayuda a calmarse y mejora el estado de ánimo, especialmente si se practica la atención plena durante cada movimiento?
5. Practica la meditación
La meditación es una de las mejores rutinas de autocuidado que puede practicar. Reduce el estrés y la ansiedad, mejora la memoria, disminuye el dolor y mejora el sueño.
Busca un lugar cómodo para sentarte o incluso tumbarte (a menos que vayas a quedarte dormido), y date permiso para estar quieto y meditar sobre algo, ya sea un pasaje de un libro que estés leyendo, una frase llena de significado para ti o una pregunta que te estés haciendo y de la que quieras obtener respuesta.
6. Da un paseo diario
Sal a la naturaleza, a un lugar tranquilo y apacible, y da un largo paseo. Escucha los sonidos, observa el cielo, huele la hierba. Estar en la naturaleza te tranquiliza el alma y te ayuda a procesar tus pensamientos y sentimientos.
7. Prepara y come con atención
Una de las desafortunadas consecuencias de nuestras ajetreadas vidas es la lenta desaparición de las comidas familiares.
Nos hemos vuelto dependientes de las comidas rápidas y sobre la marcha, y rara vez nos tomamos el tiempo necesario para saborear lo que comemos, y mucho menos la preparación de los alimentos. Decídete a preparar y comer con atención, al menos una vez a la semana.
8. Disfruta de una tranquila taza de té
Prepárate tu taza de té favorita y acurrúcate en un cómodo sillón para disfrutarla sin más distracciones.
9. Date un masaje mensual
Un masaje es increíblemente terapéutico tanto física como emocionalmente. El masajista puede eliminar toda la tensión acumulada en el cuerpo, lo que a su vez permite liberar cualquier dolor emocional o ansiedad almacenados. Anótalo en tu lista para un fin de semana de cuidado personal.
10. Desintoxícate digitalmente
Apaga todos tus dispositivos digitales durante una hora, un día o incluso una semana. No se acabará el mundo. Pero recuperarás parte de tu cordura.
11. Leer una novela
Lea algo por el puro placer de leer. O escucha un audiolibro, si esa es tu forma preferida de consumir un gran libro.
12. Crea un ritual de baño
He aquí una divertida actividad de autocuidado. Llena la bañera de agua y añade sales de baño. Baja la luz y enciende unas velas. Pon música relajante. Coge una copa de vino o una taza de té y métete en la bañera. Ahhhhh.
13. Elimina a las personas tóxicas
¿Hay personas en tu vida que están drenando tu energía y creando estrés? ¿Estás haciendo todo el trabajo para mantener la relación con poco a cambio? Aléjate de las personas tóxicas que te hunden y te hacen sentir mal.
14. Crear y hacer respetar los límites
No permitas que las personas que te rodean, especialmente las que quieres, se aprovechen de ti o traspasen tus límites personales.
A veces, por el bien de todos, tienes que decir «No». Ya sea otra reunión familiar o una reunión de padres y profesores al atardecer de un día muy largo, se te permite decir: «No, no voy a hacer eso».
Incluso puedes crear una lista de cosas que no harás o que preferirías no hacer.
15. Define tus valores
Tus valores fundamentales son los principios que guían tu vida. Son los puntos de referencia que te ayudan a tomar decisiones y a vivir dentro de tu integridad personal. Una vez definidos, haz todo lo posible por alinear tu vida con ellos.
16. Comunica tus necesidades emocionales
¿Tu cónyuge o pareja satisface tus necesidades emocionales? Si no es así, puede deberse a que no se las ha comunicado plenamente.
Haz saber a tu pareja lo que necesitas para sentirte querido, respetado, seguro y apreciado dentro de vuestra relación.
17. Ve al cine tú solo
Llévate una cita al cine, compra una bolsa de palomitas con mantequilla y un refresco, y disfruta de una buena película tú solo.
18. Prueba un coche deportivo
Déjate llevar por la fantasía de poseer ese descapotable rojo reluciente y sal a dar una vuelta de prueba con tu deportivo favorito. Sube la radio, baja la capota y disfruta del viaje.
19. Ten buenas charlas frecuentes contigo mismo
Tómate una taza (o un vaso) de algo relajante y nutritivo, y permítete hablar de lo que tengas en mente. Escúchate de verdad y hazte preguntas reflexivas, como haría un buen amigo.
Si tienes la suerte de contar con un compañero de charla al menos durante algunos de esos días, aprovéchalo al máximo, por el bien de ambos.
20. Dona tus cosas viejas
Los objetos viejos que no usas en casa o en tu lugar de trabajo pueden hacer que te sientas más estresado y agobiado.
Elige una pequeña zona que se te esté yendo de las manos y empieza a purgarla y organizarla. Te sentirás como si te hubieras quitado un peso de encima una vez que el espacio esté limpio (consulta también el artículo nº 65 sobre el desorden).
21. Busca tu pasión
Si trabajas en un empleo que odias, estás pasando la mayor parte de tus días en un entorno negativo. Averigua cuál es tu pasión y cómo hacer que funcione para ti y para tu vida. Dedica tus días a hacer lo que te gusta.
22. Ponerse al día con las citas médicas
¿Te saltas tus citas anuales con el médico o el dentista? ¿Estás al día de los procedimientos recomendados?
No descuides tu salud física posponiendo estas importantes citas. No, no son divertidas, pero quítatelas de encima y te sentirás aliviado.
23. Practica una buena higiene del sueño
Dormir no debe ser una ocurrencia tardía. No debe figurar al final de su lista de prioridades, a menos que quiera que el resto de sus prioridades se hundan con él. Cada parte de ti necesita un descanso adecuado para prosperar.
Ese camino conduce al agotamiento y al envejecimiento prematuro del cerebro. No te hagas eso. Te mereces algo mejor.
El sueño es fundamental para un cuidado personal eficaz. Sin un sueño adecuado, nada de lo que hagas será suficiente para compensarlo.
24. Consigue una niñera
Quieres a tus hijos, pero ser padre es agotador y exigente. Tu y tu cónyuge necesitais tiempo para vosotros mismos y para el otro. Contrata a una canguro una vez a la semana para poder tomarse el tan necesario descanso.
25. Prepáralo la noche anterior
Piensa en el estrés que siente por las mañanas al intentar prepararse y salir para ir al trabajo, al colegio o a cualquier otra obligación. Haz que tus tareas matutinas sean menos estresantes preparándote la noche anterior. Elige la ropa que quieres ponerte. Prepara el desayuno. Mete en el coche todo lo que necesites llevar.
26. Haz que te limpien el coche
¿Vas por ahí en un camión de la basura? ¿Está tu coche lleno de envases de comida rápida, papeles viejos, tazas de café y parte de tu vestuario? Limpia tu coche y haz que limpien el interior y el exterior.
27. Contratar a una asistenta
Si tu vida es tan ajetreada que no tienes tiempo para limpiar la casa, contrata a una asistenta. Es un capricho, pero quizá su tiempo valga más que el coste de la limpiadora. Desde luego, tu tranquilidad lo es.
28. Acudir a un coach de vida
Todos necesitamos ayuda y apoyo cuando intentamos que nuestra vida avance en una dirección positiva. No intentes resolver los complicados retos de la vida por tu cuenta. Busca un coach profesional en quien puedas confiar para que te ayude.
Hay buenos terapeutas. No siempre es fácil encontrarlos, así que cuando encuentres uno, si puedes permitírtelo, ve reservando citas quincenales o incluso semanales.
Un buen terapeuta le dirá lo que necesitas oír -no lo que él cree que tu quieres oír- y puede ayudarte a trabajar con el bagaje negativo que te está frenando.
29. Delegando
Si, además de ser el empleado del año y el jardinero del mes, intentas ser una supermamá o un superpapá, quizá te estés exigiendo demasiado. Delega algunas de tus tareas en tus hijos, tus compañeros de trabajo u otras personas de tu vida.
30. Compra los zapatos
¿Te encantan? ¿Son muy caros? ¿Tienes dinero? Sólo se vive una vez. ¡Cómpralos!
31. Hazte la manicura y la pedicura
Las uñas mordidas y los dedos de los pies nudosos no gritan autocuidado. Cuida tu aseo personal y disfruta de una relajante hora de servicios de uñas.
32. Duerme una siesta de 20 minutos
Seguro que conoces a alguien que confía en ellas. Las siestas energéticas dan al cerebro y al cuerpo la oportunidad de recuperarse de las respuestas al estrés acumuladas hasta ese momento.
Veinte minutos de sueño no REM ininterrumpido bastan para revitalizarte para las siguientes horas del día, sin que te cueste conciliar el sueño más tarde.
Una siesta energética diaria puede marcar la diferencia entre un declive constante (o pronunciado) de las funciones y una vitalidad y productividad sostenidas o aumentadas. ¡Despídete del bajón vespertino!
33. Haz las paces con tus defectos
La mayoría de nosotros somos muy autocríticos con todo, desde nuestro aspecto hasta nuestra simpatía. La buena noticia es que no eres el único que se autocritica. Todo el mundo tiene defectos, eso es lo que nos hace humanos. Así que haz las paces con tus defectos y centra tus pensamientos en lo positivo.
34. Ayuda a otra persona
Nada te hace sentir mejor contigo mismo que ayudar a los demás. Puede parecer una forma contraproducente de cuidar de uno mismo, pero cuando estás centrado en ayudar a otra persona, no estás tan centrado en tus propios problemas o preocupaciones.
35. Utiliza aceites esenciales y aromaterapia
El uso de aceites esenciales puede reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, aliviar dolencias físicas, mejorar el sueño, ayudar a la digestión y tener muchos otros beneficios.
A veces, basta con inhalar el aroma del té de menta para sentirse más tranquilo y menos preocupado. Y los olores cítricos como la hierba limón y el pomelo pueden hacerte sentir con más energía.
Los aceites esenciales pueden ser una forma estupenda de regalarse un pequeño momento de spa, ya sea inhalando el aroma de un frasco que lleve encima o disfrutando del efecto ambiental de una vela o un difusor de aceites esenciales en casa.
36. Escucha podcasts inspiradores
Tómate un descanso de las redes sociales o de ver Netflix y escucha un podcast edificante e inspirador.
37. Abrazo
El contacto físico es curativo y calmante. Todos lo necesitamos, más de lo que creemos. Si tu pareja no te abraza lo suficiente, pídele más. Sentaos en el sofá y abrazaos. Sienta muy bien.
38. Asiste a una clase de yoga
El yoga es una forma de meditación en acción. Aumenta el tono muscular, la flexibilidad y la fuerza, al tiempo que calma la mente y aporta más claridad y concentración.
39. Aprende a decir «no»
Es algo difícil de hacer para las personas complacientes, pero cuanto más practiques el decir no, más fácil te resultará. Te sentirás más dueño de tu tiempo y más seguro de ti mismo.
40. Reduce tus expectativas
Uno de los mayores derroches de energía de la vida es esperar que las personas que nos rodean sean algo distinto de lo que son. Cuando luchas por cambiar a alguien o tienes expectativas poco realistas, te causas sufrimiento a ti mismo y disminuyes tu relación con esa persona.
41. Pide apoyo a un amigo
No cargues con todos los problemas emocionales tú solo. Acércate a tus amigos y pídeles que te escuchen o te apoyen cuando te sientas deprimido o ansioso. Deja que tus amigos te apoyen.
42. Bebe más agua
El agua mantiene la temperatura corporal dentro de los límites normales, lubrica las articulaciones, mantiene en funcionamiento los órganos y ayuda a eliminar residuos. La mayoría de la gente no bebe suficiente agua a lo largo del día.
Los hombres necesitan unos 15,5 vasos de líquido al día, y las mujeres 11,5 vasos. Puedes obtener líquidos de alimentos y otras bebidas, pero procura que la mayor parte de esta ingesta sea agua pura.
43. Reducir el consumo de alcohol
Beber alcohol no sólo perjudica el juicio, sino que también influye en el sueño, afecta a la salud mental, engorda, deshidrata, afecta a la concentración y puede contribuir al riesgo de padecer multitud de enfermedades. Reducir su consumo es una forma estupenda de cuidar el cuerpo y la mente.
44. Dedícate a una afición creativa
A menudo evitamos probar una afición creativa porque tememos que los resultados de nuestros esfuerzos sean cutres. No te centres en los resultados. Céntrate en la alegría de un esfuerzo creativo. Las aficiones creativas reducen el estrés, protegen la función cerebral, mejoran el estado de ánimo y pueden mejorar la vida social.
45. Adoptar un animal de compañía
Cuidar de un animal de compañía es una responsabilidad añadida, pero también puede tener muchos beneficios emocionales que compensan el trabajo que conlleva. Un animal de compañía puede reducir la sensación de soledad, ofrecer un contacto físico reconfortante y ayudarnos a mantenernos activos. Considera la posibilidad de adoptar un animal de compañía y darle un hogar.
En general, es más probable que las mascotas enriquezcan nuestra vida que la deterioren. Pero tiene sentido elegir uno que se adapte bien a ti y a cualquiera que viva contigo.
46. Diario
Escribir un diario es una forma excelente de procesar las emociones, despejar la mente y resolver problemas. Los estudios confirman que la liberación emocional que supone escribir un diario disminuye la ansiedad y el estrés, y mejora la salud física.
47. Cancela los planes cuando te sientas mal
¿Te sientes obligado a cumplir los planes con amigos o familiares cuando te sientes deprimido o enfermo?
¿Siempre intenta seguir adelante porque no quiere decepcionar a los demás?
Por supuesto, quieres ser de fiar, pero cuando te sientas mal, ponte tú primero y estate dispuesto a cancelar para cuidar de ti mismo.
48. Ocúpate de tu equipaje
Cualquier carga emocional que arrastres del pasado afectará inevitablemente a tus relaciones actuales y a tu percepción de la vida. Decide sanar tu pasado para poder disfrutar plenamente del presente.
49. Trabaja en tu crecimiento personal
Se proactivo a la hora de explorar tu propio mundo interior y aprender nuevas formas de evolucionar y crecer como persona. Cuanto más consciente seas de ti mismo, más feliz y satisfecho estarás.
50. Conocer gente nueva
Una forma excelente de crecer y expandirte es conocer a gente nueva que sea diferente de tu público habitual. Busca personas con mentalidad de crecimiento, positivas y aventureras, y descubrirás un manantial de nuevos intereses y oportunidades para ti.
51. Practica la reflexión matutina
Empieza la mañana con al menos unos minutos de reflexión sobre tus intenciones para el día y sobre tu gratitud por las cosas buenas de tu vida. Escríbelo en tu diario, si puedes, para reforzar esos sentimientos de gratitud y expectativas positivas.
52. Practica la reflexión vespertina
No te vayas a dormir antes de dedicar unos minutos a reflexionar sobre tu día, sobre lo que has conseguido, sobre lo que te gustaría mejorar y sobre lo que te gustaría dejar atrás.
Aunque no llegue otro día, declara o escribe tus intenciones para mañana y recuérdatelas antes de dormir.
53. Ir a la playa o a la montaña
Nada alivia tanto el alma como pasar un rato en el mar o en la montaña. Tómate un fin de semana largo solo o con tu persona favorita y relájate. Deja el ordenador y el trabajo en casa.
Llévate tu libro favorito, una botella de vino y algo de comida para cocinar.
54. Tómate tiempo para respirar
Tómate al menos un minuto, por la mañana temprano y a determinadas horas del día, para hacer tres (o más) respiraciones profundas y purificadoras.
Puedes decirte a ti mismo cada vez que inhales que estás tomando energía creativa, poder personal y un compromiso renovado con tus objetivos y tus intenciones para ese día. Con cada exhalación, puedes imaginarte deshaciéndote de las preocupaciones, la energía nerviosa y los pensamientos negativos.
Sea como sea, dedicar tiempo a respirar y a ser consciente de la respiración permite que entre más oxígeno en los pulmones y te da la oportunidad de practicar la atención plena, que es una parte importante del autocuidado eficaz.
55. Jugar con niños o mascotas
El tiempo de juego también es importante. Puede parecer un capricho cuando tienes la tentación de pensar en todas las cosas que te quedan por hacer, pero tus hijos no recordarán cuánto has hecho ese día ni ningún otro.
Lo que recordarán es el tiempo que le has dedicado al trabajo para jugar con ellos y escuchar sus historias y preocupaciones.
Hazlo también por ti, porque trabajar mucho y no jugar nada te llevará a una tumba prematura, con una lápida realmente aburrida.
56. Disfruta de 15 minutos de sol
Sal al exterior y deja que el sol haga su trabajo en ti y en tu sistema inmunitario durante al menos 15 minutos.
Si puede caminar descalzo por la hierba, mejor. Ten cuidado con los objetos punzantes y todo lo que tenga aguijón.
57. Elige una alimentación selectiva y saludable
Aliméntate de la misma forma que lo haría un buen entrenador de salud, que sabe lo que te gusta y los tipos de alimentos que necesitas.
Mantener el equilibrio de azúcar en sangre y evitar los alimentos que afectan a su equilibrio hormonal es esencial tanto para su salud mental como física.
Tu, como entrenador de tu propia salud, conoces la importancia de proporcionar a su cuerpo y a su cerebro los nutrientes que necesitan para prosperar.
Tratarte como un adulto responsable también es importante para tu salud espiritual.
58. Haz una cosa relajante
Ya sea tomando un baño de burbujas caliente o leyendo un buen libro, hacer al menos una cosa relajante cada día (que requiera que estés despierto) te ayuda a calmarte al darte un respiro del trabajo y de todo lo que te recuerda lo que podría ir mal en tu día.
Piense en la actividad relajante diaria como vitaminas para su sistema nervioso.
No se puede estar «encendido» todo el tiempo. Darte la oportunidad de relajarte con algo que te gusta reduce los niveles de cortisol y adrenalina y aumenta la serotonina y la dopamina, lo que te ayuda a sentirte más feliz y relajado.
59. Háblate a ti mismo
La próxima vez que te mires en el espejo, sonríe y piensa en lo que te gusta de lo que ves.
Cuando hayas terminado algo antes de la fecha límite y sepas que has hecho un buen trabajo, no esperes a que otra persona te diga que te lo estás cargando.
Antes de aceptar el cumplido de otra persona, tienes que ser capaz de hacerte un cumplido a ti mismo. Hacerte al menos un cumplido diario no es nada raro. Es una buena práctica.
60. Hidrata tu piel
Encuentra una loción que te guste y úsala a diario para mantener la piel hidratada, suave y sana. Elige una que no contenga sustancias químicas que puedan irritar tu piel o alterar tu equilibrio hormonal.
Si eres sensible a los perfumes o prefieres evitarlos, existen varias opciones sin perfume.
61. Relaja los ojos con la palma de la mano
Frota las palmas de las manos hasta que generen calor y colócalas sobre los ojos cerrados durante unos minutos, con los dedos apoyados ligeramente en la frente.
El objetivo es excluir la mayor cantidad de luz posible sin ejercer presión sobre los globos oculares. Esto no sólo puede ser relajante, sino que también ayuda a tus ojos a recuperarse de la fatiga visual.
Las pantallas de ordenador son duras para los ojos, al igual que las luces fluorescentes. Dales un respiro cada veinte minutos, más o menos, concentrándote en algo que esté mucho más lejos. Si tus ojos necesitan más descanso, calienta las palmas de las manos y dedícales un minuto o dos de relajante «tranquilidad».
62. Practica la autocalma
En algún momento de tu vida, has tenido que aprender a vendarte tus propias heridas y a aliviarte tras una caída desagradable o una pérdida devastadora.
Si, antes de eso, otra persona te había servido de modelo para calmarte eficazmente, probablemente eso te lo hizo más fácil.
A veces, sin embargo, no nos permitimos reconocer el dolor que sentimos. En lugar de eso, nos obligamos a sacarlo de nuestra cabeza y seguir adelante. ¿Cuál es el problema? Si no nos damos permiso para reconocer ese dolor y curar la herida, la infección puede profundizarse y volverse más difícil de tratar que la herida original.
Así pues, regálate a ti mismo poner nombre a esas heridas, perdonar a quienes las causaron (incluido tú mismo) y aplicar un remedio calmante. Eso podría ser ayudar a otra persona a superar el mismo dolor, o podría ser hacerle saber a alguien que le perdonas.
63. Disfruta de grandes carcajadas
La risa aumenta el nivel de endorfinas en el cerebro, mejora el estado de ánimo y ayuda a centrarse en las cosas buenas. Es mucho más fácil ser positivo si cada día te regalas algo que te haga reír.
La risa forzada no cuenta, pero puede provocar una risa genuina.
Tal vez tengas una serie de comedia favorita y te deleites con uno o dos episodios cada noche. O puede que pasar un rato con tu mejor amigo o tu pareja sea suficiente para darte tu vitamina R diaria.
64. Disfruta de la música
Pero no olvides la vitamina M. Tal vez ya escuches música mientras trabajas, pero el tipo de música que te hace sentir ganas de bailar o que te da energía para hacer ejercicio o poner orden probablemente no sea la misma que suena de fondo mientras trabajas frente al ordenador.
Dime si me equivoco. Me inclino más por la música instrumental cuando escribo. Aunque quizá trabajes mejor con letras o ruido blanco.
En cualquier caso, dedicar tiempo a disfrutar de la música en lugar de utilizarla como banda sonora de tu trabajo creativo es bueno para tu cerebro. Puedes incluso crear tu propia lista de reproducción y ponerla en marcha cuando termines de trabajar o cuando hagas una pausa.
65. Desordena tu armario
¿Te acuerdas de esos pantalones que te regaló tu suegra y que no te pones porque son dos centímetros demasiado cortos? ¿O esa blusa que compraste en liquidación sólo para probártela en casa y pensar: «Quizá si me la pongo cuando esté morena….»?
Revisa tu armario y encuentra tres prendas (o más) que lleven al menos un año sin usarse o prendas que sinceramente no te veas llevando a la luz del día. Tus prendas de «tal vez si» podrían ser las prendas de «¿puedes creer que las compré por sólo 4,99? Así que sácalas de tu armario y ponlas a la venta.
66. Desenchufa del ruido
Tómate una hora, tres horas, un día, o incluso más, y desconéctate de Internet y de todas sus atracciones. Si has llegado a depender del correo electrónico, las redes sociales y las noticias, será difícil tomarse un descanso.
Empieza poco a poco y haz algo que te guste y que no requiera conexión a Internet. Tal vez leer un buen libro u hojear una revista impresa, o poner algo de música y refrescar tu espacio.
67. Estira los músculos
El cuerpo no está hecho para permanecer en una misma posición durante horas. Por eso cambiamos de postura incluso mientras dormimos. Por eso, cuando llevas una hora sentado en el escritorio, tienes que levantarte y estirarte.
Si estás en el trabajo, puedes hacerlo en el baño, si prefieres no hacerlo delante de tus compañeros.
68. Practica la amabilidad con los demás
Algo tan pequeño como abrirle la puerta a alguien y dedicarle una sonrisa puede alegrarle el día más de lo que imaginas. También puedes hacer una donación benéfica o hacer un cumplido a alguien (con suerte, sin que las cosas se pongan raras).
Tanto si un amigo tiene un pinchazo y necesita que le lleves al trabajo como si tu hijo necesita ayuda con los deberes, dedicar tiempo a prestar esa ayuda y hacerlo sin resentimientos ni reservas te ayudará a despejar tu mente de tus propios problemas y preocupaciones.
Ayudar a los demás también te da la satisfacción de salir de tu burbuja normal de tareas pendientes y hacer que el día de otra persona sea mejor.
69. Celebra tus victorias
Esto está relacionado con el consejo anterior, porque aunque es bueno celebrar las victorias -desde alcanzar un objetivo de peso saludable hasta pagar una tarjeta de crédito-, no tiene sentido hacer después algo que vaya en contra de esos objetivos.
Tiene más sentido celebrarlo consolidando esos logros y construyendo sobre ellos.
70. Recibir comentarios positivos
Pide a amigos y familiares que te apoyen su opinión sobre algo que hayas creado o hecho, y disfruta del refuerzo positivo. No olvides devolverles el favor cuando tengas ocasión.
71. Ejerce tu superpoder
Ya sea escribir, dibujar personajes para esa historia que tienes en la cabeza, tallar piezas de ajedrez ornamentadas con trozos de madera de desecho o cualquier otra cosa, el ejercicio de uno de tus puntos fuertes puede aumentar tu autoestima, así como tu estado de ánimo y tu claridad mental.
Puede que tengas un don para la cocina o para arreglar ordenadores y te sientas más en paz cuando te dedicas a estas actividades. Por mucho que duren los resultados, puedes disfrutar del proceso tanto o más que del producto acabado.
Mientras los resultados no sean algo peligroso (como una bomba o un supervirus), ¿por qué no dedicar al menos un rato a la semana a poner en práctica tu don?
72. Noticias rápidas
Nadie necesita que le pongan en la cara o le griten al oído durante todo el día titulares deprimentes o actualizaciones de los tuits presidenciales. Nadie.
Y no estás siendo un ignorante o un ludita si ayunas de las noticias para darte tiempo a recuperarte de la interminable corriente de negatividad. Centra tu atención en la información que necesitas para vivir tu día de la mejor manera posible.
73. Encuentra un buen consejero
Si te enfrentas a un problema emocional o personal, busca ayuda profesional. Hay buenos consejeros. No siempre es fácil encontrarlos, así que cuando encuentres uno, si puedes permitírtelo, ve reservando citas quincenales o incluso semanales.
Un buen consejero te dirá lo que necesitas oír – no lo que él piensa que tu quieres oír – y puede ayudarre a trabajar con la carga negativa que te está frenando.
74. Escribe una carta
No tiene por qué ser una carta que envíes por correo, pero sí una que te ayude a desahogarte de alguna manera.
Escríbete a ti mismo, a Dios, a tu futuro cónyuge, a tus hijos o nietos, o al universo. Permítete escribir cosas que quieras que alguien sepa de ti, cosas que quieras cambiar de tu vida o cosas por las que quieras poder perdonarte.
El objetivo aquí es sacar las palabras, y no tienes que enseñar la carta a nadie. Incluso puedes quemar la carta después de escribirla para ofrecer simbólicamente las palabras como una oración o un sacrificio. Escríbela a tu manera, y guárdala, entrégala o deshazte de ella a tu manera.
75. Pide la cena
A veces, lo más estresante del día es decidir qué vas a preparar para cenar. Después de un largo día de trabajo, lo último que te apetece es preparar una comida de lujo y tener que lidiar con ollas y sartenes sucias. Así que llama a la pizzería o al restaurante tailandés de tu barrio y pide que te preparen la cena.
76. Ir a una librería
No hay nada más relajante que pasear por tu librería local y salivar ante todas las posibles grandes lecturas. Es un lugar tranquilo y agradable, donde puedes tomar un café y acurrucarte con algunas de tus selecciones para leer un rato.
77. Ir a nadar
Visita una piscina local (cubierta o al aire libre, según el tiempo que haga) o un lago cercano, y date un baño tranquilo sólo por diversión. Llévate una balsa hinchable o unos churros para que sea aún más relajante.
78. Hornear un poco
Cuando horneas algo delicioso puedes practicar el autocuidado de dos maneras. El acto de mezclar, medir y crear tu obra maestra casera es relajante. Y el placer que obtienes al comer tus deliciosos productos horneados (junto con una buena taza de café o té) es el culmen del autocuidado.
79. Dormir hasta tarde
De vez en cuando, basta con apagar el despertador, ponerse el antifaz y dejarse dormir todo lo que el cuerpo quiera. Disfruta de una mañana más larga de lo habitual en la cama un fin de semana por la mañana. Tal vez tu pareja te traiga café y el desayuno a la cama para prolongar la relajación.
80. Emprende un proyecto de manualidades
Las manualidades como el punto, el ganchillo, el tallado y el bordado son relajantes y conscientes. Requieren cierta concentración y repetición, lo que calma la mente y mantiene las manos ocupadas.
Si eres de los que necesitan sentirse productivos a la vez que practican el autocuidado, una manualidad te permite hacer ambas cosas.
81. Prueba el cepillado en seco diario
El cepillado en seco es un tipo de masaje corporal exfoliante que se practica con un cepillo de cerdas duras. Desobstruye los poros, aumenta la circulación sanguínea y favorece el flujo y el drenaje linfático.
También estimula el sistema nervioso, dejándole relajado y vigorizado.
82. Planta un jardín o un árbol
Un reciente estudio realizado en los Países Bajos sugiere que la jardinería puede aliviar el estrés mejor que otras actividades relajantes. La jardinería aporta muchos beneficios para la salud física y mental, por no hablar del placer de ver crecer las flores o las verduras (y comérselas).
Si un jardín es demasiado ambicioso, basta con plantar un árbol. Sabiendo que contribuyes a proporcionar alimento, protección y hogar a pájaros y animales, así como oxígeno a todos los seres, sentirás un profundo bienestar.
83. Hacer el amor
Si estás con una pareja atenta y cariñosa que te trata con respeto y comprende tu necesidad de cuidarte, hacer el amor es una de las mejores formas de tratarte bien.
Considere la posibilidad de probar el sexo tántrico, un encuentro más lento y meditativo cuyo objetivo es disfrutar más del proceso que del resultado.
84. Practicar tai chi
El Tai chi es una forma de ejercicio suave y meditativo que consiste en pasar de una postura a otra. Se puede practicar en cualquier lugar y no requiere ningún equipamiento especial.
El tai chi aporta innumerables beneficios para la salud física y mental, como la reducción del estrés y el aumento de la energía y la resistencia.
85. Reza a diario
Si eres religioso o espiritual y crees en un poder superior, practica regularmente la oración.
Se sabe que la oración provoca sentimientos de conexión, gratitud, esperanza e incluso perdón. También desencadena la respuesta de relajación del cuerpo para reducir el estrés.
[Bonus] Ideas divertidas para cuidarse
El autocuidado puede ser algo que hagas solo o con las personas que quieres. Aquí tienes otras formas divertidas de cuidar mejor de ti mismo y de tus seres queridos:
✅ Planifica un fin de semana de vacaciones para usted (solo o con sus seres queridos), desconecta y haz algo nuevo y divertido en tu propio barrio.
✅ Sal con alguien (de compras, a comer a su restaurante favorito, a ver una película, etc.).
✅ Prepara el escenario para una conversación relajada con tu cónyuge, tus hijos u otro amigo íntimo (velas encendidas, buena vajilla, mantel limpio, etc.), con bebidas y una bandeja de galletas o un plato lleno de aperitivos para compartir.
✅ Ve a la farmacia y cómprate algunos cosméticos nuevos.
✅ Pon buena música y baila por toda la casa.
✅ Píntate las uñas de los pies de un color que nunca te pondrías normalmente.
✅ Prepárate un cóctel divertido.
✅ Llama a tu madre y pídele que te cuente anécdotas divertidas de tu juventud.
✅ Busca un parque con columpios y balancéate.
✅ Date un fuerte abrazo y dite a ti mismo lo increíble que eres.
Hay infinidad de formas de practicar el autocuidado y mostrar compasión y amor por uno mismo. Cualquier acción o esfuerzo que resulte calmante, relajante, enriquecedor y alegre es adecuado.
¿Qué significa para ti el autocuidado? ¿Qué has hecho para ponerte en primer lugar y poder estar más disponible para los demás y con más energía para tu trabajo y otras obligaciones?
¿Cómo utilizarás estas actividades de autocuidado?
Cuidarse no es egoísta. Debes ser el mejor defensor de tu bienestar emocional, mental y físico. No te limites a leer esta lista de autocuidados y luego sigas con tu estresante vida. Pon las ideas en práctica.
- Elige algunas de las ideas de autocuidado que más resuenen contigo.
- Planifica un día y una hora para poner en práctica las ideas.
- A continuación, escribe lo que piensas sobre cómo te ha hecho sentir la actividad y el impacto que ha tenido en tu estado de ánimo.
Intenta hacerlo cada semana para que el autocuidado se convierta en una parte natural de tu rutina. Si puedes incluir una actividad todos los días, mucho mejor. Cuanto más amable seas contigo mismo, más disponible estarás para los demás. Y eso hace feliz a todo el mundo.